Recordando nuestra niñez

Hoy se celebra el Día del Niño en nuestro país y no podíamos dejar pasar este día para recordar esa maravillosa etapa de nuestras vidas: La niñez, llena de inocencia y alegría.

Hoy nuestras bloggers se dieron a la tarea de buscar en sus memorias y esto es lo que encontraron:

AMERICA:

 

En conmemoración al día del niño, por el bienestar y derechos de los niños. La familia, la comunidad y la escuela son esenciales en esta etapa de crecimiento acelerado que requiere las condiciones adecuadas para lograr un mejor desarrollo para el aprendizaje, el juego y el descubrimiento, así como para estimular la motricidad y la creatividad. Todos hemos atravesado por esa dulce e inolvidable etapa, de manera que hemos atesorado los mejores recuerdos de aquella época. Les presento a "Candy" ella es mi muñeca, la que por muchos años acompañó mis días, siete años de juegos consecutivos. La gané cuando tenía diez años, al llenar esos álbumes de figuritas que en esos tiempos estaban de novedad. Tengo excelentes recuerdos con ella, es mi favorita. Verla aún me hace sentir niña de nuevo.

MAITE:

 

“Había una vez un principito que habitaba un planeta apenas más grande que él (llamado comúnmente asteroide B-612 por nosotros, los humanos) y que tenía necesidad de un amigo”.  

Así es como empieza mi libro favorito, el primero que leí y que fue un regalo muy especial de mi papá. El Principito escrito por Antoine de Saint-Exupéry ha maravillado y encantado al mundo entero gr4acias a su sencillez y a los temas como la amistad, el amor, la lealtad, la soledad y todo bajo la simple apariencia de un relato infantil.

Además de los hermosos recuerdos que representa para mí esta obra, una de las lecciones más importantes que me deja es como los adultos perdemos esa capacidad de sorprendernos, la creatividad y la capacidad de creer, no dejemos olvidado a nuestro niño interior, aprendamos de la sonrisa franca de un niño.

"Pero siempre me contestaba: 'Es un sombrero'. Entonces no le hablaba de serpientes boas, ni de selvas vírgenes, ni de estrellas. Me ponía a su altura. Le hablaba de bridge, de golf, de política y de corbatas. Y la persona mayor quedaba encantada de conocer a un hombre tan razonable".